Estuve reunido recientemente, el día 25 de Agosto pasado, con un grupo muy interesante de emprendedores que buscan orientarse y ejecutar acciones con sus negocios alrededor del Marketing Online. Conversamos sobre El éxito de los negocios en ese mundo online que muchos están mirando hoy. Lo hice como parte del 1er Módulo de un Curso de la misma temática, que estoy desarrollando junto a Biotek en el Auditorio del Edificio Del Pinar en el Centro Empresarial de Chacarilla.
Y a lo largo de la explicación, del intercambio de ideas, de las preguntas y del feedback de los minutos siguientes a la finalización del curso, me convencí otra vez, que la mayor porción de causalidad relacionada con el éxito en Internet, viene, sin duda, del éxito off line. En mi propuesta formativa, insisto en que el 90% del éxito depende de la relación con personas. Decir esto es reconocer que las decisiones de compra, venta, definición de productos, estilo de dirección y hasta los resultados de una gestión son parte inherente de seres humanos que pensaron, actuaron y lograron algo, aunque parezca que esas definiciones sólo forman parte de los textos que se imprimen en los libros de Administración.
De modo que el 10% tiene explicación en el conocimiento y utilización de las herramientas digitales.
Si aceptamos la percepción de que el mundo digital es un mundo cambiante e influyente (por ejemplo analice cómo le cambió la vida desde que empezó a utilizar su primera computadora) podríamos decir que lo que podemos controlar es nuestro espacio vital, nuestra mente, los pensamientos y sobre todo nuestros valores y cómo hacemos uso de todo aquello para relacionarnos. Pero no podemos controlar cómo se nos clasifica, etiqueta, agrupa o hasta redefine, cuando un especialista o un grupo de especialistas, busca respuestas para analizar nuestro comportamiento como compradores o consumidores.
Y entonces, esa teorización que nos está alejando del entendimiento y el flujo de explicaciones, nos puede crear la confusión de que una vez configurada mi cuenta en la red social, todo lo que debo hacer es sentarme a esperar, haciendo planes sobre cómo voy a gastar mis futuros ingresos online.
Para empezar, deberé vencerme a mi mismo para poder organizar un plan de acción individual y colectivo respecto de emprender en Internet como debe hacerse, y segundo deberé estar atento de no salirme del plan, de compartir mis ideas para lograr aterrizarlas (o recibir una mejora desde la idea de uno de mis amigos en mi red). Deberé controlar tiempos, excusas y malos entendidos, si acaso surgen en la ejecución de mi emprendimiento. Buscaré cambiar mentalidades, o quizá me vea tentado a la inflexibilidad para lograr, según yo, que todo se haga cuando debe hacerse.
Y mientras me dedico, me nutro, me desgasto o me emociono en el proceso, el software seguirá allí, esperando únicamente, el tecleteo de alguien. Ese alguien puede ser un programador a quien todos le exigimos cambios y actualización o nosotros mismos, comunicando lo que debemos comunicar.
Recuérdelo: 10% del éxito se explica por el empleo de la tecnología web y el 90% seguirá explicándose directamente por nuestra capacidad de relacionarnos con las personas, sin duda, una relación que deberá ser positiva, permanente y productiva para hacer viable que el mundo online nos sonría como a muchos emprendedores famosos que ya hicieron su 1er millón hace tiempo.
No sea del grupo aquel que se siguen enredando ;)
Hasta el próximo post!
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