Si antes, nuestra estrategia ONE TO ONE se valía de una buena base de datos geoadministrada (por ubicación con el dato dirección como el más importante), hoy en día, el dato e-mail ha pasado a ocupar aquel sitial, dejando de lado la geoposición para hablar hoy de los perfiles de usuarios que puedo conectar a través del emailing.
¿Se sigue empleando el mailing? Pues sí. Ya no tanto como antes, pero sus usos se han limitado al mantenimiento de comunicación con clientes ganados o ya establecidos, a las campañas de marketing directo en etapa de lanzamiento masivo, y a la entrega de comprobantes de pago por supuesto. Es aquí donde sus principales usuarios con las Agencias de Publicidad y los Bancos o entidades financieras.
En la década pasada el uso del e-mailing como estrategia súper recomendada por parte de los nuevos marketeros online, pasaba por destacar la velocidad con la cual uno puede sin duda llegar a más personas en el menor tiempo posible y decir más, esto debido a que el mensaje pasó de ser un folleto o encarte, a un diseño o flyer digital, "linkeado" hacia lo que se conoce como una "landing page" o página de aterrizaje. La función de esta última es la de brindar más información para la toma de una decisión.
Vemos entonces que desde hace buen tiempo la técnica y la táctica se ha seguido implementando y desarrollando. Hoy por ejemplo podemos identificar qué emails abren los mensajes, cuántos rebotan, que servidores nos consideran SPAM, quienes nos denuncian como tales y "banean" nuestro IP y que usuarios jamás nos leen o simplemente nos eliminan. Y justamente ahí es donde el boomerang da la vuelta y el panorama se empieza a complicar.
Así como las empresas y personas han venido utilizando esta herramienta, táctica o estrategia online, los servicios de correo (instalados para dominios de empresas o aquellos de dominio genérico como hotmail.com o gmail.com) se han ido perfeccionando en la tarea de contrarrestar el uso indiscriminado, ya sea de la actividad de enviar e-mails masivos no autorizados (conocida como SPAM) pasando por bloquear el servicio, cancelar cuentas, llevar la mayoría de correos a la carpeta SPAM y eliminarlos por el usuario cada X días. En suma así como se incrementó el uso, se incrementaron los bloqueos a dicho uso.
Pero esto no es lo preocupante finalmente, pues en la cantidad de base de datos, si hablamos en términos de probabilidades, radicaría un poco el éxito de una campaña emailing. Para quien la promueve y para quien la usa, lo más crítico se centra en el descubrimiento de una realidad imposible de pasar desapercibida: El bloqueo del Usuario como principal bloqueo de lectoría (existen los bloqueos técnicos y los bloqueos legales como el que aplica INDECOPI y la ley antispam por ejemplo).
Y claro, esto se da por que la actividad es en sí intromisiva y la "limpieza" de mensajes ha implicado la programación de soluciones, la aparición de software para servidores, y eleva el tráfico indiscriminadamente, lo que se traduce en tiempo del lector a veces perdido, o en tiempo del soporte, invertido en reparaciones, eliminaciones, etc.
Lo peor que nos puede pasar al hacer una campaña emailing es no encontrar un retorno significativo (normalmente no lo es de hecho) y ser bloqueado por la mayoría de usuarios que además, cambian de correo como cambian de ropa.
El mejor consejo es buscar la evolución hacia lo siguiente:
1. Una sólida estrategia SEO de contenido, aspectos técnicos y relevancia en el registro en buscadores de su Web para que "lo encuentren" y deje usted de "buscar".
2. Una tendencia marcada a vincular a sus campañas de emailing a personas interesadas brindándoles formas de renuncia o eliminación de sus datos (que al final a Usted también le conviene llegar a saber que le leerán por interés).
3. La disminución de la cantidad de envíos a un ratio recomendado de 1 vez por semana, previamente pactada o anunciada.
¡Mejoremos nuestra comunicación online!
Éxitos
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